Fiesta de Interés Turístico Internacional compartida con la vecina ciudad de Baza y única en el mundo por su historia y originalidad. Dice la leyenda que un albañil de Guadix, de nombre Juan Pedernal, que estaba trabajando en 1490 en una iglesia de Baza escuchó al golpe de su pico: “¡Piedad!”, por lo que se detuvo inmediatamente descubriendo la talla de una Virgen. El obrero quiso quedarse con la imagen para su ciudad estableciéndose un litigio entre Guadix y Baza por su posesión. Las autoridades de la época resolvieron la disputa de esta manera: la imagen se quedaría en la Iglesia de la Merced de Baza pero la Hermandad de la Virgen de la Piedad se establecería en el convento de Santo Domingo de Guadix, con la salvedad de que si un enviado por la ciudad de Guadix conseguía llegar a la Iglesia de la Merced sin mancha alguna en el traje que porta, la imagen sería para la ciudad de Guadix.

Actualmente, cada año un accitano se ofrece como voluntario para encarnar al personaje (normalmente por promesa), llega a Baza a las 6 de la tarde del 6 de Septiembre. Allí es recibido por los bastetanos prestos a mancharle para que no consiga su propósito. Si no lo consigue, el día 8 acompaña a la Virgen de la Piedad en procesión por las calles de Baza y el día 9 regresa a su ciudad natal para ser manchado de nuevo por sus paisanos por no haber conseguido su objetivo.