IGLESIA Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO
Su sobria portada no refleja la riqueza artística de este templo, no en vano está declarado Monumento Nacional. Comenzó a construirse a finales del siglo XV, siendo por tanto la primera Iglesia de la ciudad después de la Reconquista. En el interior hay que destacar su artesonado mudéjar y su valiosa imaginería, con tallas como: Santo Domingo o Santa Rosa de Viterbo. La orden franciscana impulsó sobremanera la creación de cofradías con el fin de evangelizar a la población, convirtiéndose éste templo en sede de muchas de ellas, y el germen de la valiosa Semana Santa de la ciudad.

Actualmente el convento se encuentra en situación de abandono, pues nunca llego a recuperar el esplendor de épocas pasadas tras las desamortizaciones del siglo XIX.